Hermosos objetos espaciales que son claramente visibles desde el suelo. Por qué el espacio es negro: El Universo para tontos ¿Es posible observar otras galaxias en el cielo?

La vista del cielo estrellado, especialmente en el cielo del pueblo, es hermosa. Docenas de estrellas brillantes son como piedras preciosas. Cientos de estrellas tenues y apenas visibles llenan la imagen eterna con finos detalles. En una noche oscura y transparente, se pueden ver a simple vista unas 3.000 estrellas en el cielo (y 6.000 estrellas, incluido el cielo del hemisferio sur de la Tierra). Surge la pregunta: ¿Es realmente el cielo estrellado sólo nuestra galaxia, la Vía Láctea?¿Es realmente posible que entre las 6.000 estrellas del cielo no haya una sola luminaria que pertenezca a otras islas estelares, ya que en el Universo hay miles de millones de galaxias?

Para una persona familiarizada con la astronomía, la respuesta es obvia: ¡ay!, pero así es. Todas las estrellas visibles en el cielo pertenecen a la Vía Láctea.

Todas las estrellas que podemos ver a simple vista durante la noche pertenecen a nuestra Galaxia. © Mijaíl Reva

A pesar de que el número de galaxias en el Universo es increíblemente grande, todas están muy lejos de nosotros y solo unas pocas son visibles en el cielo a simple vista. En el hemisferio norte es Nebulosa de Andrómeda y, en condiciones atmosféricas extremadamente favorables, fuera de la ciudad, o mejor aún, en la montaña, - Galaxia triangular(M33). En el hemisferio sur se pueden ver dos satélites de la Vía Láctea, galaxias Grande Y Pequeñas Nubes de Magallanes. La nebulosa de Andrómeda y la galaxia M33 son visibles como pequeñas motas brumosas, y las Nubes de Magallanes en una noche oscura realmente parecen nubes que se han desprendido de la Vía Láctea (ver vídeo a continuación).

El brillo tenue y brumoso de las galaxias de arriba representa la luz total de decenas y cientos de miles de millones de estrellas que las componen. ¡Puedes imaginar cuán enorme es la distancia que nos separa de estos sistemas estelares!

¡No vemos todas las estrellas ni siquiera en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea! Uno de los principales culpables es el polvo interestelar, que absorbe la luz de estrellas muy distantes. Debido a esto, nuestra línea de visión se extiende aproximadamente 10.000 años luz a lo largo del plano de nuestra galaxia (a lo largo del camino de la Vía Láctea).

¡Pero no es sólo el polvo lo que nos impide disfrutar de la vista de más estrellas! También existen distancias gigantescas entre las estrellas. Entonces, si el Sol se coloca a una distancia de 60 años luz de la Tierra, dejará de ser visible a simple vista. Pero el diámetro de la Vía Láctea no es menor que 100 mil años luz! No es sorprendente que incluso aquellas estrellas que se encuentran a 10.000 años luz de nosotros se fusionen en un camino continuo y brumoso, ¡llamado por los antiguos Vía Láctea! Las galaxias se encuentran a una distancia de cientos de miles (Nubes de Magallanes) y millones (Nebulosa de Andrómeda y M33) de años luz. Está claro que nos aparecerán como puntos oscuros y brumosos y que las estrellas que contienen no se pueden distinguir no sólo a simple vista, sino incluso con un gran telescopio de aficionado.

Pero aún ¡A veces se pueden ver estrellas de otras galaxias a simple vista!¿Cómo es esto posible? Muy raramente, una vez cada pocas decenas o cientos de años, una galaxia estalla. supernova. Una explosión de supernova, de hecho, es una explosión grandiosa con la que una estrella masiva pone fin a su existencia (después de la explosión, el núcleo de la estrella puede transformarse en una forma fundamentalmente nueva de estrella de neutrones o agujero negro, o dejar de existir por completo). Durante la explosión se libera tanta energía que en unos pocos meses la supernova puede ¡Emite tanta luz como una galaxia entera!

Si ocurre una supernova en una de las galaxias enumeradas anteriormente, ¡lo más probable es que podamos verla a simple vista! No hace falta ir muy lejos para encontrar ejemplos: en 1987, una supernova se encendió en la Gran Nube de Magallanes. Era perfectamente visible a simple vista en el hemisferio sur de la Tierra como una estrella de tercera magnitud.

A pesar de su gigantesca distancia (2,54 millones de años luz), en el cielo estrellado todavía tiene una magnitud visible de 3,44 y un tamaño lineal de 3,167×1°, lo que permite observarlo a simple vista en el cielo como una mota ligeramente oblonga. Esto se logra por el hecho de que Andrómeda contiene alrededor de un billón de estrellas (superando así su tamaño al menos 2,5 veces y siendo la galaxia más grande del Grupo Local). Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de estrellas que contiene, su brillo sigue siendo inferior a unas 150 estrellas en ambos hemisferios del cielo estrellado.

Observación

La galaxia de Andrómeda se encuentra en la constelación del mismo nombre, pero su búsqueda es mejor partir de aquella que sea más fácil de encontrar y moverse por las constelaciones o.

Constelación de Pegaso : en este caso, en la continuación de la constelación de Pegaso, necesitaremos encontrar Alferats (la estrella más brillante de la constelación de Andrómeda), desde donde debemos trasladarnos a Mirakh, desde donde giramos 90° y buscamos otras dos estrellas brillantes de esta constelación. Un poco más adelante, la segunda de estas estrellas será Andrómeda.

Constelación de Casiopea : Otra forma de encontrar Andrómeda también comienza desde la Estrella Polar, pero en este caso deberíamos encontrar la constelación de Casiopea, que en el cielo se parece a la letra M o W, dependiendo de su posición actual. En la continuación de la línea Polaris-Shedar (la segunda estrella a la derecha de esta constelación), un poco más de la mitad de la distancia entre ellas estará la galaxia de Andrómeda.

Historial de observación

Dado que esta galaxia es visible a simple vista, la primera mención de ella se remonta al año 946 d.C. Pero antes de la llegada de los modernos telescopios multimétricos, era imposible distinguir estrellas individuales en él, por lo que la verdadera naturaleza de este objeto estaba oculta a los observadores bajo la apariencia de una pequeña nebulosa en nuestra galaxia. Los primeros indicios de su origen extragaláctico se obtuvieron mediante un análisis espectral realizado en 1912 (resultó que se acercaba a nosotros a una velocidad de 300 km/s) y una explosión de supernova registrada en 1917 (que dio el primer valor aproximado de la distancia hasta él: 500 mil años luz). Sin embargo, sólo Edwin Hubble logró poner fin a la disputa entre científicos.

Galaxia Es un enorme sistema estelar en rotación. Además de nuestra Galaxia, existen muchas otras, diversas tanto en apariencia como en características físicas.

Las galaxias grandes suelen estar separadas entre sí en el espacio por distancias de varios megaparsecs. Pársec(abreviatura rusa: pk; abreviatura internacional: pc): una unidad de medida de distancia no sistémica común en astronomía. 1 pieza = 3,2616 años luz. Las galaxias pequeñas suelen encontrarse cerca de galaxias gigantes y son sus satélites. Esta imagen muestra la galaxia espiral NGC 4414 de la constelación de Coma Berenices con un diámetro de unos 17.000 pársecs y situada a una distancia de unos 20 megapársecs de la Tierra.

¿Es posible ver otras galaxias a simple vista?

Sí tu puedes. Pero sólo los más cercanos a nosotros. Se trata de tres galaxias: la Gran y la Pequeña Nube de Magallanes y la Nebulosa de Andrómeda. Es muy difícil ver la galaxia Triangulum y la galaxia Bode. Otras galaxias pueden verse a través de un telescopio como puntos brumosos de diversas formas: son objetos extremadamente distantes. Incluso la distancia a los más cercanos suele medirse en megaparsecs.

¿Cuántas galaxias hay en total?

Es imposible nombrar el número exacto. Pero las imágenes del espacio profundo tomadas a principios de los años 1990 por el Telescopio Espacial Hubble muestran claramente que hay cientos de miles de millones de galaxias. Hay galaxias con nombres propios, por ejemplo, los nombres de las galaxias ya mencionadas en este artículo, así como las galaxias Huso, Renacuajo, Antenas, Ratones, Girasol, Cigarro, Fuegos artificiales, Escultor, Bella Durmiente, etc. Algunas galaxias se indican únicamente con letras y números: galaxia M82, galaxia M102, galaxia NGC 3314A, etc.

Como se mencionó anteriormente, las galaxias tienen una variedad de formas: entre ellas podemos distinguir galaxias elípticas esféricas, galaxias espirales de disco, galaxias de barras, galaxias enanas, galaxias irregulares, etc. Su masa varía de 107 a 1012 masas solares. Comparemos: la masa de nuestra Vía Láctea es igual a 2 1011 masas solares. El diámetro de las galaxias también varía: de 16 a 800 mil años luz. Comparemos: el diámetro de nuestra galaxia es de unos 100.000 años luz.

Estructura de galaxias

Ya sabemos que una galaxia es un sistema gigante gravitacionalmente unido de estrellas y cúmulos de estrellas, gas y polvo interestelar y materia oscura. También sabemos que la materia oscura es inaccesible para observaciones directas utilizando medios modernos de astronomía, porque no emite ni absorbe radiación electromagnética o de neutrinos para observaciones de intensidad. Por tanto, es uno de los problemas no resueltos de la estructura de las galaxias. Puede representar hasta el 90% de la masa total de la galaxia o puede estar completamente ausente, como ocurre en algunas galaxias enanas.
En el espacio, las galaxias están distribuidas de manera desigual: en una zona puede haber todo un grupo de galaxias cercanas, pero no se puede detectar ni una sola galaxia, ni siquiera la más pequeña (los llamados vacíos).

Clasificación de galaxias

Actualmente se utiliza la clasificación introducida por Hubble. Se basa en la apariencia de las galaxias y las divide en tres clases: elíptica, espiral e irregular. Parte de esta clasificación también incluye diferencias físicas.
Elíptica (tipo E) tener forma de elipsoide. La densidad espacial de las estrellas en ellos disminuye uniformemente desde el centro hacia la periferia. La mayoría de ellos están casi desprovistos de gas interestelar, por lo que allí no se forman estrellas jóvenes, sino que están compuestas de estrellas viejas como el Sol. Giran a baja velocidad (menos de 100 km/seg.). Pero es entre las elípticas donde se encuentran las galaxias más masivas.

Espiral (tipo S) Consisten, por así decirlo, en dos subsistemas: esférico y de disco. La primera se parece a una galaxia elíptica; la galaxia disco está muy comprimida y contiene, además de las viejas, estrellas jóvenes y gas y polvo interestelar. Las estrellas del disco y las nubes de gas giran alrededor del centro de la galaxia a una velocidad de 150 a 300 km/s. Las nubes de gas más densas y las estrellas jóvenes se concentran en brazos espirales que emergen del núcleo o de los extremos de una barra luminosa (barra) que cruza el núcleo. Esta es nuestra galaxia, la Vía Láctea. La galaxia de Andrómeda es también una galaxia espiral.

Incorrecto (tipo Ir) Tienen una masa y un tamaño relativamente pequeños y se caracterizan por una estructura grumosa; esto se debe a la presencia de varios centros de formación estelar. Este tipo de galaxia incluye las Nubes de Magallanes.
También hay tipos intermedios de galaxias: radiogalaxias lenticulares, enanas, compactas (con intensa emisión de radio), galaxias Seyfert (galaxias espirales, en cuyos núcleos se observan procesos activos).
Las galaxias grandes se encuentran en pares o grupos: p.e. Grupo local de galaxias.. Hay interactuando galaxias descubiertas por el astrónomo B.A. Vorontsov-Velyaminov son grupos cercanos en los que las galaxias casi se tocan o incluso se penetran entre sí. La forma de estas galaxias está muy distorsionada.

Cúmulos de galaxias(uniones de varios cientos de galaxias) suelen tener forma esférica o elipsoidal. El cúmulo de galaxias más cercano a nosotros se encuentra en la constelación de Virgo; es el centro del Supercúmulo Local de Galaxias, un sistema que une varios cúmulos de galaxias, incluido el Grupo Local. Supercúmulos(miles de galaxias) suelen ser planas o con forma de cigarro. Como han descubierto los astrónomos, las galaxias se están alejando, es decir. las distancias entre cúmulos y supercúmulos aumentan constantemente. Esto se debe a la expansión del Universo.
Nuestra Galaxia es una de las galaxias del Grupo Local, dominándola junto con Andrómeda. El Grupo Local, con un diámetro de aproximadamente 1 megaparsec, contiene más de 40 galaxias. El propio Grupo Local es parte del Supercúmulo de Virgo, cuyo papel principal lo desempeña el Cúmulo de Virgo, del que nuestra Galaxia no forma parte.

Esta publicación habla brevemente, en forma de preguntas y respuestas, sobre muchos hechos y fenómenos interesantes que ocurren en el universo. ¿Por qué brillan las estrellas? ¿Qué edad tiene el universo? ¿Qué tamaño tiene un agujero negro? ¿Cuánto tiempo se tarda en volar a otros planetas? Y mucho más en la continuación del post. Sencillo y muy instructivo...

Pregunta:
Muchos científicos piensan que el Universo comenzó con el Big Bang. ¿Qué pasó antes de eso?
Respuesta:
Los científicos creen que no hubo nada. El tiempo mismo comenzó con el Big Bang.

Pregunta:
¿Es cierto que mirando al espacio se puede ver el pasado?
Respuesta:
Sí. Al mirar hacia el espacio profundo, se ve la luz enviada por un objeto distante hace muchos, muchos años. Cuanto más lejos esté un objeto, más tardará su luz en llegar hasta nosotros, y más atrás en el tiempo estarás cuando veas esa luz. Por ejemplo, vemos el Sol como era hace ocho minutos, Alfa Centauro como era hace cuatro años y la galaxia de Andrómeda como era hace 2,9 millones de años. Los científicos creen que vemos los objetos más distantes tal como eran al comienzo de la evolución del Universo.

Pregunta:
¿Qué tamaño tiene un agujero negro?

Respuesta:
Desconocido porque nadie la ha visto nunca. Los científicos creen que su tamaño más pequeño podría ser el de una ciudad pequeña, y su tamaño más grande podría ser el del planeta gigante Júpiter o incluso mayor.

Pregunta:
¿Es posible ver otras galaxias desde la Tierra?
Respuesta:
Sí. Con un gran telescopio se pueden ver miles de galaxias. Tres de ellas son visibles incluso a simple vista: la Gran y Pequeña Nube de Magallanes y M31, la galaxia de Andrómeda.

Pregunta:
¿Cuánto tiempo vivirá el sol?
Respuesta:
Los científicos han calculado que el Sol vivirá entre 4.500 y 5.000 millones de años más.

Pregunta:
¿Cuántas estrellas hay en el Universo?

Respuesta:
Nadie lo sabe con seguridad. Sólo en la Vía Láctea hay alrededor de 100 mil millones de galaxias. Ahora los astrónomos creen que hay muchos millones de galaxias en el Universo y cada una de ellas tiene aproximadamente el mismo número de estrellas que en nuestra Vía Láctea. Al parecer, nunca sabremos exactamente cuántas estrellas hay.

Pregunta:
¿Por qué brillan las estrellas?

Respuesta:
A medida que la luz de las estrellas atraviesa la atmósfera terrestre, se desvía y se refracta. El ángulo de desviación depende de la temperatura del aire. Al atravesar capas cálidas y frías, los rayos se refractan y parecen llegar hasta nosotros desde varias direcciones a la vez. Por eso las estrellas parecen titilar.

Pregunta:
¿Podrán las naves espaciales aterrizar en todos los planetas del sistema solar?

Respuesta:
No, sólo en los planetas rocosos: Mercurio, Venus, Tierra, Marte y Plutón. Y Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son gigantes gaseosos, enormes bolas de gas y líquido, sin capa sólida. Pero tienen muchas lunas en las que es posible alunizar.

Pregunta:
¿Cómo se ve el cielo nocturno en la Luna?
Respuesta:
La Luna no tiene atmósfera y el cielo siempre está despejado. Incluso allí, el sol dificulta la observación de todas las estrellas, pero cuando se pone, las estrellas son mucho más visibles que desde la Tierra. La Tierra también es visible en el cielo lunar en forma de una gran bola azul y blanca. Con binoculares puedes ver continentes e incluso algunas ciudades (de noche). Al igual que la Luna, la Tierra pasa por diferentes fases.

Pregunta:
¿Por qué Marte es rojo?

Respuesta:
El suelo de Marte contiene mucho hierro, que a lo largo de millones de años se ha convertido en óxido rojo.

Pregunta:
Algunas personas afirman haber visto extraterrestres. ¿Existen los extraterrestres?
Respuesta:
Nadie lo sabe con seguridad. Mucha gente jura haber visto “extraterrestres”, pero no pueden demostrarlo. Los científicos creen que en nuestra Galaxia muchas estrellas tienen sus propios planetas, y con millones de galaxias en el Universo debe haber innumerables planetas. Los expertos también están descubriendo sustancias de origen orgánico en nuestro sistema solar. Fueron encontrados en Marte y bajo la corteza helada de Europa, una de las lunas de Júpiter. Pero hasta ahora nadie ha encontrado "extraterrestres" allí.

Pregunta:
¿Cuántos asteroides hay en el sistema solar?
Respuesta:
Nadie sabe el número exacto, pero probablemente sean varios miles. Y no sólo en el cinturón de asteroides, sino en todo el espacio, por lo que es poco probable que algún día se contabilicen los asteroides.

Pregunta:
¿Alguien en la Tierra ha sido alcanzado por un meteorito?
Respuesta:
Sí, pero no te preocupes: esto sucede muy raramente. A principios de los 90. Siglo XX Una persona resultó herida por un meteorito mientras circulaba por una autopista en Alemania. Y a principios del siglo XX. Chlc. La caída de un meteorito mató a un perro.

Pregunta:
¿Qué cometa fue el más grande?
Respuesta:
El cometa más grande de 1811 tenía cabeza (nube de gas)
con un diámetro de más de 2 millones de kilómetros, más grande que el Sol. El gran cometa de 1843 tenía una cola de 330 millones de kilómetros de largo, la longitud que hay entre el Sol y Marte.

Pregunta:
¿Son los satélites artificiales visibles desde la Tierra?
Respuesta:
Sí, parecen estrellas flotando lentamente en el cielo. Esto los distingue de los aviones, que pasan volando con bastante rapidez. A veces se pueden ver satélites artificiales en el cielo cada pocos minutos.

Pregunta:
¿Cómo convertirse en astronauta?
Respuesta:
La mejor manera es convertirse primero en científico, como químico, astrónomo o ingeniero. Se requiere una educación superior y una especialización en una rama de la ciencia que pueda ser necesaria en el espacio. También es útil aprender a pilotar un avión. Luego comuníquese con el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas con una solicitud para aceptarlo como candidato. Si es aceptado, necesitará otros cuatro o cinco años de formación. Quizás tengas suerte y seas seleccionado para participar en la expedición.


Pregunta:

¿Por qué siempre se utilizan cohetes para viajar en el espacio? ¿Por qué no podemos usar algo como aviones?
Respuesta:
Las turbinas de los aviones consumen mucho aire, pero casi no hay nada en las capas superiores de la atmósfera. Por ahora, allí sólo sirven los cohetes. Emiten una corriente de gases con una fuerza enorme y aceleran la nave espacial a una velocidad colosal. Los científicos continúan trabajando en turbinas adecuadas para el borde de la atmósfera. Hasta el momento sólo se han creado lanzaderas. Pueden aterrizar como aviones, pero aun así despegan con la ayuda de cohetes.

Pregunta:
¿Cuánto tardarán los astronautas en llegar a Plutón?
Respuesta:
Una nave espacial tipo Apolo (como la que voló a la Luna) podría llegar a Plutón en 86 años.

Pregunta:
En algunas películas de ciencia ficción, las personas primero se descomponen en átomos para su transporte y luego un rayo las transfiere a otro lugar. ¿Es esto realmente posible?
Respuesta:
No. Para tal transporte, sería necesario recolectar y conectar todos los átomos del cuerpo humano exactamente en el mismo orden en el lugar de llegada. Pero esto es imposible de hacer, ya que los átomos están en constante movimiento.

Que suena así: Aquí está la pregunta. Probablemente todo el mundo haya visto imágenes de nuestra galaxia. Vi muchos documentales sobre temas espaciales, pero en ninguna parte se explica de dónde vienen estas imágenes. ¿Cómo descubriste que la galaxia tiene forma de espiral y no de disco, por ejemplo? ¿Estamos en el plano de la espiral?

Averigüemos qué y cómo. Es bastante difícil entender la conexión entre la Vía Láctea, que se extiende por el cielo nocturno, y el concepto de “nuestro hogar”. En una época que arde con luces eléctricas, la Vía Láctea es prácticamente inaccesible para los habitantes de las ciudades. Sólo puedes verlo lejos de las luces de la ciudad y en determinadas épocas del año. Es especialmente hermoso en nuestras latitudes en agosto, cuando pasa por la región cenital y, como un arco celeste gigante, se eleva sobre la Tierra dormida.

A orillas de la lechería

El misterio de la Vía Láctea ha perseguido a la gente durante muchos siglos. En los mitos y leyendas de muchos pueblos del mundo, se le llamaba el Camino de los Dioses, el misterioso Puente Estelar que conduce al cielo, el mágico Río Celestial lleno de leche divina. Se cree que esto era lo que se quería decir cuando los antiguos cuentos de hadas rusos hablaban de un río de leche con bancos de gelatina. Y los habitantes de la antigua Hellas lo llamaron Galaxias kuklos, que significa "círculo de leche". De aquí proviene la palabra galaxia, tan familiar hoy en día. Pero en cualquier caso, la Vía Láctea, como todo lo que se puede ver en el cielo, se consideraba sagrada. Lo adoraron y construyeron templos en su honor. Por cierto, pocas personas saben que el árbol que decoramos para el Año Nuevo no es más que un eco de aquellos cultos antiguos cuando la Vía Láctea parecía a nuestros antepasados ​​​​como el eje del Universo, el Árbol del Mundo, en ramas invisibles. del cual maduran los frutos de las estrellas. Es el día de Año Nuevo cuando la Vía Láctea “se levanta” verticalmente, como un tronco que se eleva en el horizonte. Por eso, al inicio de un nuevo ciclo anual, a imitación del árbol del cielo, que siempre da frutos, se adornaba el árbol de la tierra. Creían que esto daba esperanzas de una cosecha futura y el favor de los dioses. ¿Qué es la Vía Láctea, por qué brilla y brilla de manera no uniforme, a veces fluyendo a lo largo de un canal ancho y a veces dividiéndose repentinamente en dos brazos? La historia científica de esta cuestión se remonta al menos a 2.000 años.

Así, Platón llamó a la Vía Láctea la costura que conecta los hemisferios celestes, Demócrito y Anaxágoras dijeron que estaba iluminada por las estrellas y Aristóteles la explicó por pares luminosos ubicados bajo la Luna. Hubo otra sugerencia, expresada por el poeta romano Marco Manilio: tal vez la Vía Láctea sea el resplandor fusionado de pequeñas estrellas. Qué cerca estaba de la verdad. Pero fue imposible confirmarlo observando las estrellas a simple vista. El misterio de la Vía Láctea no se reveló hasta 1610, cuando el famoso Galileo Galilei apuntó hacia ella con su primer telescopio, a través del cual vio “una inmensa colección de estrellas”, que a simple vista se fusionaban en una sólida franja blanca. Galileo quedó asombrado; se dio cuenta de que la heterogeneidad, incluso la estructura desigual de la franja blanca, se explicaba por el hecho de que estaba formada por muchos cúmulos de estrellas y nubes oscuras. Su combinación crea una imagen única de la Vía Láctea. Sin embargo, en aquel momento era imposible entender por qué las estrellas oscuras se concentran en una franja estrecha. En el movimiento de las estrellas en la galaxia, los científicos distinguen corrientes estelares enteras. Las estrellas en ellos están conectadas entre sí. Las corrientes estelares no deben confundirse con las constelaciones, cuyos contornos a menudo pueden ser un simple truco de la naturaleza y sólo aparecen como un grupo coherente cuando se observan desde el sistema solar. De hecho, sucede que en una misma constelación hay estrellas pertenecientes a corrientes diferentes. Por ejemplo, en el conocido cubo de la Osa Mayor (la figura más destacada de esta constelación), sólo cinco estrellas del centro del cubo pertenecen a una corriente, mientras que la primera y la última de la figura característica pertenecen a otra corriente. Y al mismo tiempo, en la misma corriente con las cinco estrellas del medio se encuentra la famosa Sirio, la estrella más brillante de nuestro cielo, que pertenece a una constelación completamente diferente.

Diseñador del universo

Otro explorador de la Vía Láctea fue William Herschel en el siglo XVIII. Como músico y compositor, estuvo involucrado en la ciencia de las estrellas y la fabricación de telescopios. El último de ellos pesaba una tonelada, tenía un diámetro de espejo de 147 centímetros y una longitud de tubería de hasta 12 metros. Sin embargo, Herschel hizo la mayoría de sus descubrimientos, que se convirtieron en una recompensa natural por su diligencia, utilizando un telescopio la mitad del tamaño de este gigante. Uno de los descubrimientos más importantes, como lo llamó el propio Herschel, fue el Gran Plan del Universo. El método que utilizó resultó ser un simple recuento de las estrellas en el campo de visión del telescopio. Y, naturalmente, se encontraron diferentes números de estrellas en diferentes partes del cielo. (Había más de mil áreas del cielo donde se contaban las estrellas). Basándose en estas observaciones, Herschel concluyó que la Vía Láctea tiene forma de isla estelar en el Universo, al que pertenece el Sol. Incluso hizo un dibujo esquemático en el que se ve claramente que nuestro sistema estelar tiene una forma alargada e irregular y se parece a una piedra de molino gigante. Bueno, dado que esta piedra de molino rodea nuestro mundo con un anillo, entonces, en consecuencia, el Sol está dentro de ella y ubicado en algún lugar cerca de la parte central.

Esto es exactamente lo que pintó Herschel, y esta idea sobrevivió en la mente de los científicos casi hasta mediados del siglo pasado. Según las conclusiones de Herschel y sus seguidores, resultó que el Sol tiene una posición central especial en la Galaxia llamada Vía Láctea. Esta estructura era algo similar al sistema geocéntrico del mundo adoptado antes de la era de Copérnico, con la única diferencia de que anteriormente la Tierra era considerada el centro del Universo, y ahora el Sol. Y, sin embargo, no estaba claro si había otras estrellas fuera de la isla estelar, también conocida como nuestra Galaxia.

La estructura de nuestra galaxia (vista lateral)

Los telescopios de Herschel permitieron acercarse a la solución de este misterio. El científico descubrió muchos puntos luminosos, tenues y brumosos en el cielo y examinó los más brillantes. Al ver que algunas de las manchas se estaban fragmentando en estrellas, Herschel llegó a la audaz conclusión de que no se trataba más que de otras islas estelares similares a nuestra Vía Láctea, sólo que muy distantes. Fue entonces cuando propuso, para evitar confusiones, escribir el nombre de nuestro Mundo con mayúscula y el resto con minúscula. Lo mismo pasó con la palabra Galaxy. Cuando lo escribimos con mayúscula nos referimos a nuestra Vía Láctea, cuando con minúscula nos referimos a todas las demás galaxias. Hoy en día, los astrónomos utilizan el término Vía Láctea para describir tanto el “río de leche” visible en el cielo nocturno como toda nuestra galaxia, formada por cientos de miles de millones de estrellas. Así, este término se utiliza en dos sentidos: en uno, cuando se habla de las estrellas en el cielo de la Tierra, en el otro, cuando se habla de la estructura del Universo. Los científicos explican la presencia de ramas espirales en la galaxia por ondas gigantes de compresión y rarefacción del gas interestelar que viaja a lo largo del disco galáctico. Debido a que la velocidad orbital del Sol casi coincidía con la velocidad de las ondas de compresión, se mantuvo por delante del frente de onda durante varios miles de millones de años. Esta circunstancia fue de gran importancia para el surgimiento de la vida en la Tierra. Los brazos espirales contienen muchas estrellas de gran luminosidad y masa. Y si la masa de la estrella es grande, aproximadamente diez veces la masa del Sol, le espera un destino poco envidiable que terminará en una grandiosa catástrofe cósmica: una explosión llamada explosión de supernova.

En este caso, la llamarada es tan fuerte que esta estrella brilla como todas las estrellas de la Galaxia juntas. Los astrónomos suelen registrar catástrofes de este tipo en otras galaxias, pero en la nuestra esto no ha sucedido en los últimos cientos de años. Cuando una supernova explota, se genera una poderosa ola de radiación dura, capaz de destruir toda la vida a su paso. Quizás sea precisamente debido a su posición única en la Galaxia que nuestra civilización ha logrado desarrollarse hasta tal punto que sus representantes están tratando de comprender su isla estelar. Resulta que los posibles hermanos en mente sólo pueden buscarse en tranquilos “rincones” galácticos como el nuestro.

La galaxia espiral NGC 3982 se encuentra a 60 millones de años luz de la Vía Láctea, en la constelación de la Osa Mayor. NGC 3982 está formada por cúmulos de estrellas, nubes de gas y polvo y nebulosas oscuras que, a su vez, están retorcidas en varios brazos. NGC 3982 se puede observar desde la Tierra incluso con un telescopio pequeño. Sin embargo, tras un examen más detenido galaxias Utilizando el telescopio Hubble, los científicos descubrieron 13 estrellas variables y 26 candidatas a cefeidas con períodos de 10 a 45 días. Además, al observar la galaxia se descubrió una formación. supernova, que recibió el nombre de SN 1998aq.

Cefeidas: faros del universo

Para comprender la estructura de la "propia" galaxia, el estudio de la nebulosa de Andrómeda jugó un papel importante. Las manchas de niebla en el cielo se conocen desde hace mucho tiempo, pero se las consideraba fragmentos arrancados de la Vía Láctea o estrellas distantes fusionándose en una masa sólida. Pero uno de estos puntos, conocido como Nebulosa de Andrómeda, fue el más brillante y atrajo más atención. Se comparó tanto con una nube luminosa como con la llama de una vela, y un astrónomo incluso creyó que en este lugar la cúpula de cristal del cielo es más delgada que en otros, y a través de ella la luz del Reino de Dios se derrama sobre la Tierra. La nebulosa de Andrómeda es realmente una vista impresionante. Si nuestros ojos fueran más sensibles a la luz, no nos parecería una pequeña mancha de niebla alargada, aproximadamente una cuarta parte del disco lunar (esta es su parte central), sino una formación siete veces más grande que la Luna llena. Pero eso no es todo. Los telescopios modernos ven la nebulosa de Andrómeda de tal manera que en su área caben hasta 70 lunas llenas.

La estructura de la nebulosa de Andrómeda se pudo comprender recién en los años 20 del siglo pasado. Esto lo logró el astrofísico estadounidense Edwin Hubble con un telescopio con un espejo de 2,5 m de diámetro. Recibió fotografías en las que mostraba que, ahora no había duda, una isla estelar gigante formada por miles de millones de estrellas era otra galaxia. Y la observación de estrellas individuales en la nebulosa de Andrómeda permitió resolver otro problema: calcular la distancia hasta ella. El hecho es que en el Universo existen las llamadas Cefeidas, estrellas variables que pulsan debido a procesos físicos internos que cambian su brillo.

Estos cambios ocurren con un período determinado: cuanto más largo es el período, mayor es la luminosidad de la cefeida, la energía liberada por la estrella por unidad de tiempo. Y a partir de ahí puedes determinar la distancia a la estrella. Por ejemplo, las cefeidas identificadas en la nebulosa de Andrómeda permitieron determinar la distancia a ella. Resultó ser enorme: 2 millones de años luz. Sin embargo, esta es solo una de las galaxias más cercanas a nosotros, de las cuales resulta que hay muchísimas en el Universo. Cuanto más potentes se volvían los telescopios, más claramente se delineaban las variantes de la estructura de las galaxias observadas por los astrónomos, que resultaron ser muy inusuales. Entre ellos se encuentran los llamados irregulares, que no tienen una estructura simétrica, algunos son elípticos y otros espirales. Estos son los que parecen más interesantes y misteriosos. Imagínese un núcleo resplandeciente del que emergen gigantescas ramas espirales luminosas. Hay galaxias en las que el núcleo se expresa más claramente, mientras que en otras dominan las ramas. También hay galaxias donde las ramas no salen del núcleo, sino de un puente especial: una barra. Entonces, ¿de qué tipo es nuestra Vía Láctea? Después de todo, al estar dentro de la Galaxia, es mucho más difícil entender su estructura que observarla desde el exterior. La naturaleza misma ayudó a responder a esta pregunta: las galaxias están “dispersas” con respecto a nosotros en una variedad de posiciones. Podemos ver algunos desde el borde, otros “planos” y otros desde diferentes ángulos. Durante mucho tiempo se creyó que la galaxia más cercana a nosotros es la Gran Nube de Magallanes. Hoy sabemos que esto no es así.

En 1994, las distancias cósmicas se midieron con mayor precisión y la galaxia enana de la constelación de Sagitario tomó prioridad. Sin embargo, más recientemente, esta afirmación también tuvo que ser reconsiderada. Se ha descubierto un vecino aún más cercano a nuestra galaxia en la constelación de Can Mayor. Desde allí hasta el centro de la Vía Láctea hay sólo 42 mil años luz. En total se conocen 25 galaxias que conforman el llamado Sistema Local, es decir, una comunidad de galaxias conectadas directamente entre sí por fuerzas gravitacionales. El diámetro del Sistema Local de galaxias es de aproximadamente tres millones de años luz. Además de nuestra Vía Láctea y sus satélites, el Sistema Local también incluye la nebulosa de Andrómeda, la galaxia gigante más cercana a nosotros con sus satélites, así como otra galaxia espiral de la constelación del Triángulo. Ella se vuelve “plana” hacia nosotros. Por supuesto, la nebulosa de Andrómeda domina el Sistema Local. Es una vez y media más masiva que la Vía Láctea.

Hermosa galaxia espiral NGC 5584 en la constelación de Virgo. Esta imagen del Hubble muestra algunas de las estrellas más brillantes de la galaxia, incluidas estrellas variables llamadas Cefeidas, que cambian periódicamente su brillo. Al estudiar las cefeidas en diferentes galaxias, los astrónomos pueden medir la tasa de expansión del Universo. Foto: NASA, ESA.

Afueras de la Provincia Estrella

Si las cefeidas de la nebulosa de Andrómeda permitieron comprender que se encuentra mucho más allá de los límites de nuestra galaxia, entonces el estudio de las cefeidas más cercanas permitió determinar la posición del Sol dentro de la galaxia. El pionero en este sentido fue el astrofísico estadounidense Harlow Shapley. Uno de los objetos de su interés eran los cúmulos globulares de estrellas, tan densos que sus núcleos se funden en un brillo continuo. La región más rica en cúmulos globulares se encuentra en dirección a la constelación zodiacal de Sagitario. También se conocen en otras galaxias y estos cúmulos siempre se concentran cerca de los núcleos galácticos. Si asumimos que las leyes del Universo son las mismas, podemos concluir que nuestra Galaxia debería estar estructurada de manera similar. Shapley encontró cefeidas en sus cúmulos globulares y midió la distancia hasta ellas. Resultó que el Sol no está ubicado en el centro de la Vía Láctea, sino en sus afueras, se podría decir, en una provincia estelar, a una distancia de 25 mil años luz del centro. Así, por segunda vez después de Copérnico, se desacreditó la idea de nuestra posición privilegiada y especial en el Universo.

¿Dónde está el núcleo?

Al darse cuenta de que estamos en la periferia de la galaxia, los científicos se interesaron por su centro. Se esperaba que, como otras islas estelares, tuviera un núcleo del que emergieran ramas en espiral. Los vemos exactamente como una franja brillante de la Vía Láctea, pero los vemos desde adentro, desde el borde. Estas ramas en espiral, proyectadas unas sobre otras, no nos permiten entender cuántas son y cómo están dispuestas. Además, los núcleos de otras galaxias brillan intensamente. Pero ¿por qué este resplandor no es visible en nuestra Galaxia? ¿Es posible que no tenga núcleo? La solución llegó nuevamente a través de las observaciones de otros. Los científicos han observado que en las nebulosas espirales, como se clasifica nuestra galaxia, se puede ver claramente una capa oscura. Esto no es más que una colección de gas y polvo interestelar. Permitieron responder a la pregunta de por qué no vemos nuestro propio núcleo: nuestro sistema solar está situado precisamente en un punto de la galaxia en el que gigantescas nubes oscuras bloquean el núcleo para un observador terrestre. Ahora podemos responder a la pregunta: ¿por qué la Vía Láctea se bifurca en dos brazos? Al final resultó que, su parte central está oscurecida por poderosas nubes de polvo. En realidad, detrás del polvo hay miles de millones de estrellas, incluido el centro de nuestra galaxia. Las investigaciones también han demostrado que si la nube de polvo no nos hubiera interferido, los terrícolas habrían presenciado un espectáculo grandioso: un elipsoide central brillante y gigante con innumerables estrellas ocuparía un área de más de cien lunas en el cielo.

Vía Láctea y Nebulosa de Andrómeda

Superobjeto Sagitario A*

Los telescopios que operan en tales rangos del espectro de radiación electromagnética, para los cuales la capa de polvo no es un obstáculo, nos ayudaron a ver el núcleo de la galaxia detrás de esta nube de polvo. Pero la mayoría de estas radiaciones son retenidas por la atmósfera terrestre, por lo que en la etapa actual la cosmonáutica y la radioastronomía desempeñan un papel importante en la comprensión de la galaxia. Resultó que el centro de la Vía Láctea brilla bien en el alcance de la radio.

Los científicos estaban especialmente interesados ​​en la llamada fuente de radio Sagitario A*, un determinado objeto de la galaxia que emite activamente ondas de radio y rayos X. Hoy en día se puede considerar prácticamente probado que en la constelación de Sagitario se encuentra un misterioso objeto cósmico: un agujero negro supermasivo. Se estima que su masa podría ser igual a la masa de 3 millones de soles. Este objeto de densidad monstruosa tiene un campo gravitacional tan poderoso que ni siquiera la luz puede escapar de él. Naturalmente, el agujero negro en sí no brilla en ningún rango, pero la materia que cae sobre él emite rayos X y permite detectar la ubicación del "monstruo" cósmico.

Es cierto que la radiación de Sagitario A* es más débil que la que se encuentra en los núcleos de otras galaxias. Esto puede deberse a que la caída de materia no es intensa, sino que cuando se produce se registra un destello de radiación de rayos X. Una vez, el brillo del objeto Sagitario A* aumentó literalmente en minutos; esto es imposible para un objeto grande. Esto significa que este objeto es compacto y sólo puede ser un agujero negro. Por cierto, para convertir la Tierra en un agujero negro, es necesario comprimirla al tamaño de una caja de cerillas. En general, se han descubierto muchas fuentes variables de rayos X en el centro de nuestra galaxia, que pueden ser agujeros negros más pequeños agrupados alrededor del supermasivo central. Son ellos los que hoy están siendo monitoreados por el observatorio espacial estadounidense de rayos X Chandra. Una confirmación adicional de la presencia de un agujero negro supermasivo en el centro del núcleo de nuestra galaxia la proporcionó un estudio del movimiento de las estrellas ubicadas muy cerca del núcleo. Así, en el rango infrarrojo, los astrónomos pudieron observar el movimiento de una estrella que se deslizaba desde el centro del núcleo a una distancia insignificante a escala galáctica: sólo tres veces el radio de la órbita de Plutón. Los parámetros orbitales de esta estrella indican que se encuentra cerca de un objeto invisible compacto con un campo gravitacional monstruoso. Esto sólo puede ser un agujero negro, y además, supermasivo. Su investigación continúa.

Dentro del brazo de Orión

Sorprendentemente hay poca información sobre la estructura de los brazos espirales de nuestra galaxia. Por el aspecto de la Vía Láctea sólo se puede juzgar que la galaxia tiene forma de disco. Y sólo con la ayuda de observaciones de la radiación de hidrógeno interestelar, el elemento más común en el Universo, fue posible reconstruir hasta cierto punto la imagen de los brazos de la Vía Láctea. Esto volvió a ser posible gracias a una analogía: en otras galaxias, el hidrógeno se concentra precisamente a lo largo de los brazos espirales. Allí también se encuentran zonas de formación estelar: muchas estrellas jóvenes, acumulaciones de polvo y gas, nebulosas de gas y polvo. En los años 50 del siglo pasado, los científicos lograron crear una imagen de la distribución de las nubes de hidrógeno ionizado ubicadas en la vecindad galáctica del Sol. Resultó que hay al menos tres áreas que podrían identificarse con los brazos espirales de la Vía Láctea. Los científicos llamaron a uno de ellos, el más cercano a nosotros, el brazo de Orión-Cygnus. El que está más alejado de nosotros y, en consecuencia, más cerca del centro de la Galaxia se llama brazo de Sagitario-Carinae, y el periférico se llama brazo de Perseo. Pero el vecindario galáctico explorado es limitado: el polvo interestelar absorbe la luz de estrellas distantes y el hidrógeno, por lo que resulta imposible comprender el patrón posterior de los brazos espirales. Sin embargo, cuando la astronomía óptica no puede ayudar, los radiotelescopios acuden al rescate. Se sabe que los átomos de hidrógeno emiten una longitud de onda de 21 cm, radiación que el astrofísico holandés Jan Oort empezó a captar. La fotografía que recibió en 1954 fue impresionante. Los brazos espirales de la Vía Láctea ahora pueden rastrearse a grandes distancias. Ya no había dudas: la Vía Láctea es un sistema estelar en espiral, similar a la nebulosa de Andrómeda. Pero todavía no tenemos una imagen detallada del patrón espiral de la Vía Láctea: sus ramas se fusionan entre sí y es muy difícil determinar la distancia a ellas.

Se puede hacer clic en 1800 px

Créditos: Serge Brunier, Traducción: Kolpakova A.V.
Explicación: Sube 5.000 metros sobre el nivel del mar cerca del Cerro Chainantor en los Andes del norte de Chile y verás un cielo nocturno como el que se muestra en la foto. Esta foto fue tomada en esa zona seca de alta montaña usando una lente ojo de pez. La fotografía captura las innumerables estrellas y las extensas nubes de polvo de nuestra galaxia. La dirección hacia el centro de la Galaxia es cercana al cenit, es decir en el centro de la imagen, pero el centro galáctico en sí está oculto para nosotros porque está ubicado detrás de un polvo que absorbe la luz. Júpiter brilla sobre el bulbo central de la Vía Láctea. A la derecha de Júpiter se ve el gigante amarillo Antares, menos brillante. En el borde derecho de la imagen se puede ver una pequeña mancha tenue: se trata de una de las muchas galaxias satélite de la Vía Láctea, la Pequeña Nube de Magallanes.

Resultados estelares

Hoy se sabe que nuestra galaxia es un sistema estelar gigantesco que incluye cientos de miles de millones de estrellas. Todas las estrellas que vemos sobre nuestras cabezas en una noche despejada pertenecen a nuestra Galaxia. Si pudiéramos movernos en el espacio y mirar la Vía Láctea desde un lado, aparecería ante nuestros ojos una ciudad estelar en forma de un enorme platillo volante de 100 mil años luz de diámetro. En su centro veríamos un engrosamiento notable, una barra, con un diámetro de 20 mil años luz, desde la cual se extienden gigantescas ramas espirales hacia el espacio. A pesar de que la apariencia de la galaxia sugiere un sistema plano, esto no es del todo cierto.

A su alrededor se extiende el llamado halo, una nube de materia enrarecida. Su radio alcanza los 150 mil años luz. Alrededor del bulbo central y el núcleo hay muchos cúmulos de estrellas globulares formados por estrellas rojas, viejas y frías. Harlow Shapley los llamó el "cuerpo esquelético" de nuestra galaxia. Las estrellas frías forman el llamado subsistema esférico de la Vía Láctea, y su subsistema plano, también conocido como brazos espirales, está formado por "jóvenes estelares". Aquí hay muchas estrellas brillantes y prominentes de gran luminosidad. Las estrellas jóvenes en el plano galáctico aparecen debido a la presencia allí de una gran cantidad de polvo y gas. Se sabe que las estrellas nacen debido a la compresión de la materia en nubes de gas y polvo. Luego, a lo largo de millones de años, las estrellas recién nacidas “inflan” estas nubes y se vuelven visibles. La Tierra y el Sol no son el centro geométrico del mundo: están ubicados en uno de los rincones tranquilos de nuestra galaxia.

Y, aparentemente, este lugar especial es ideal para el surgimiento y desarrollo de la vida. Desde hace diez años, los científicos pueden detectar planetas grandes, no más pequeños que Júpiter, alrededor de otras estrellas. Hoy en día se conocen alrededor de un centenar y medio de ellos. Esto significa que estos sistemas planetarios están muy extendidos en la Galaxia. Armado con telescopios más potentes, es posible encontrar planetas tan pequeños como la Tierra, y en ellos, quizás, hermanos en mente. Todas las estrellas de la Galaxia se mueven en sus órbitas alrededor de su núcleo. Una estrella llamada Sol también tiene su propia órbita. Para completar una revolución completa, el Sol necesita nada menos que 250 millones de años, lo que constituye un año galáctico (la velocidad del Sol es de 220 km/s). La Tierra ya ha dado entre 25 y 30 vueltas alrededor del centro de la galaxia. Esto significa que tiene exactamente esa misma cantidad de años galácticos. Seguir la trayectoria del Sol a través de la Vía Láctea es muy difícil. Pero los telescopios modernos también pueden detectar este movimiento. En particular, para determinar cómo cambia la apariencia del cielo estrellado cuando el Sol se mueve en relación con las estrellas más cercanas. El punto hacia el que se mueve el sistema solar se llama vértice y está situado en la constelación de Hércules, en el límite con la constelación de Lira.

Entonces, ¿cuál puede ser una breve conclusión sobre la esencia de la cuestión? A veces se dice sin éxito que la Vía Láctea es nuestra galaxia. La Vía Láctea es un anillo brillante que podemos ver en el cielo y nuestra galaxia es un sistema estelar espacial. Vemos la mayoría de sus estrellas en la banda de la Vía Láctea, pero no se limita a ellas. La Galaxia incluye estrellas de todas las constelaciones. Somos muy pequeños comparados con la Vía Láctea. que podemos disparar en todas direcciones. El Sol no está en el centro del disco galáctico, sino a una distancia de dos tercios desde su centro hasta el borde. Y lo más importante, no olvide que la mayoría de estas hermosas imágenes son solo collages, gráficos, modelos y dibujos. O es simplemente una instantánea de alguna otra galaxia espiral. Bueno, aquí tenéis fotografías reales, aunque muy procesadas.

¿Cómo fotografiar la Vía Láctea? esto es lo que escribe Renat:

Mucha gente piensa que para tomar hermosas fotografías del espacio simplemente es necesario tener un equipo súper caro e incluso estudiar cinco años en una universidad especializada. Sin embargo, de hecho, fotografiar el cielo estrellado no es nada difícil y es bastante accesible para todos.

Para demostrar la validez de esta afirmación en la práctica, planeo escribir una breve serie de notas, cada una de las cuales contendrá una o más fotografías, así como una breve historia sobre cómo se obtuvieron. Intentaré presentarlo de la forma más clara posible y las fotografías se seleccionarán de tal forma que su creación no requiera un equipamiento especialmente complejo. Entonces…

Uno de los objetos celestes más fáciles de fotografiar es la Vía Láctea. Sin embargo, ¡muchos ni siquiera lo han visto! ¿Paradoja? ¡De nada! El caso es que la visibilidad de los objetos celestes, excepto la Luna y los planetas, depende dramáticamente del grado de iluminación del cielo. La mayoría de la gente vive en ciudades donde la luz nocturna es tan brillante que sólo se pueden ver unas pocas de las estrellas más brillantes en el cielo. Y por eso, para muchas, muchas personas, la visión del verdadero cielo nocturno negro es simplemente fascinante...

Por lo tanto, para ver (y fotografiar) la Vía Láctea es necesario salir de la ciudad, y preferiblemente más lejos. ¡Aquí podrás disfrutar del cielo estrellado en todo su esplendor! Sería absolutamente maravilloso realizar observaciones en algún lugar del sur, al menos en la latitud de Crimea o el Cáucaso. Israel, Egipto, Marruecos y las Islas Canarias están aún mejor preparados. El hecho es que en Rusia Central las zonas más bellas y brillantes de la Vía Láctea simplemente no son visibles, están ocultas por el horizonte. Por eso el cielo del sur resulta tan atractivo.

Pero no sólo vamos a admirar; no, también debemos capturar adecuadamente lo que vemos. ¿Qué tecnología necesitamos para esto? Todo depende de lo que queramos conseguir. Entonces, el fotograma de arriba se tomó con una cámara Canon 350D 18-55 mm/3,5-5,6 @ 18 mm/3,5. Es decir, se utilizó el ángulo más amplio posible para disparar. Se trata, en primer lugar, de incluir en el encuadre un fragmento de la Vía Láctea lo más grande posible, así como áreas suficientes del cielo y del paisaje circundante que no estén ocupadas por ella. Nuestra galaxia se ve mejor en comparación con otros objetos, por lo que es muy recomendable capturarlos. Si utiliza una lente normal en lugar de una gran angular, la Ruta Láctea se mezclará un poco con el fondo.

Además, no debemos olvidar que la esfera celeste tiende a girar, y cuanto más corta sea la lente que utilicemos, mayor será la velocidad de obturación que podremos ajustar sin que se note el desenfoque en el encuadre final. Y para un objeto tan tenue como el que elegimos, esto es muy, muy importante. En mi caso, el obturador estuvo abierto durante treinta segundos. Por supuesto, no se trata de mantener la cámara inmóvil en las manos durante medio minuto. Como usted sabe, el temblor es característico de los humanos y, por lo tanto, es inevitable que se vean borrosos durante tales exposiciones. A menos, por supuesto, que montes la cámara en algo estable; por ejemplo, un trípode fotográfico estándar servirá.

Sin embargo, para poder estudiar la Vía Láctea con más detalle, es necesario aumentar aún más la velocidad de obturación, pero esto ya no es tan fácil si no queremos que nos salgan borrosos. Hay una salida: la cámara debe girar después del objeto celeste que se está fotografiando. Por supuesto, un trípode normal ya no nos servirá, necesitamos un soporte especial.

Al realizar esta toma, utilizamos precisamente algo así: el azimut alternativo. Una plataforma con una cámara adjunta es capaz de moverse automáticamente hacia la izquierda y hacia la derecha y hacia arriba y hacia abajo, siguiendo la rotación de la esfera celeste. Sin embargo, este último, como saben, gira en un arco y, por lo tanto, cuando utilizamos una montura de este tipo, obtendremos una rotación de campo. Y, de hecho, mire más de cerca: en los bordes del marco las estrellas ya no son puntos. Por lo tanto, tuve que limitar la velocidad de obturación a un minuto, pero el detalle aún aumentó significativamente en comparación con una exposición de treinta segundos.

Para neutralizar el efecto de la rotación del campo, puede utilizar una montura ecuatorial. Girará la cámara alrededor del polo celeste y no surgirá el problema especificado.

Aquí está el personal profesional:

Vía Láctea sobre Monument Valley (EE.UU.). Debajo vemos enormes rocas: afloramientos. Los afloramientos son rocas de roca dura que quedan después de que el agua ha arrastrado todo el material blando que las rodea. Las dos montañas, la más cercana a la izquierda y la montaña a la derecha, se llaman Mittens. La Vía Láctea se extiende como un arco gigante arriba. Arriba de la mano izquierda está la constelación de Cygnus, junto con la nebulosa rojiza de América del Norte. A continuación, la Vía Láctea sigue a través de las constelaciones de Chanterelle, Sagitario, Serpens, Eagle y Scutum hasta entrar en las constelaciones de Sagitario y Escorpio. Aquí se vuelve más brillante y notable. Esta imagen se convirtió en la ganadora del concurso Imagen astronómica del día el 1 de agosto de 2012. Foto de : Wally Pacholka

fuentes

http://www.vokrugsveta.ru - Dmitry Gulyutin

http://renat.livejournal.com/15030.html

http://www.astrogalaxy.ru/151.html

Recordemos , y también la respuesta a la pregunta. El artículo original está en el sitio web. InfoGlaz.rf Enlace al artículo del que se hizo esta copia: